Heráldica es la ciencia que, valiéndose de símbolos, llamados representaciones, subdivididos en piezas y figuras, sirve para componer, interpretar y diferenciar las armerías.
El verdadero origen de la heráldica está en las cruzadas, en las que los caballeros lucían en su indumentaria y escudos protectores un medio de identificación y de individualización, que se perfecciona y cobra arraigo posteriormente en las justas y torneos. Cuando estos ejercicios decaen, es el momento en que los escudos se convierten en emblemas de la Nobleza. En aquellas justas y torneos, cuando el caballero noble se presentaba en las barreras de la carrera, se tocaba dos veces el cuerno o trompeta, para que el Heraldo o Rey de armas examinase el escudo y demás patentes de nobleza del caballero en cuestión; por eso se ha dado en llamar Ciencia del Blasón al arte de los escudos, derivando de la voz germánica blacen, que significa tocar el cuerno o trompeta.
Los Heraldistas, con ciertas piezas, figuras y colores, mostraban de modo sintético las virtudes y hazañas de unos caballeros, o las interpretaban en los escudos de otros. Los emblemas propios de la Heráldica familiar, que es la que aquí nos ocupa, fueron adoptados, generalmente, por los nobles de un modo arbitrario, al principio; pero siendo hereditarios, sintió pronto la necesidad de regularizar su uso.
Con el conjunto de tantos y tan variados elementos, las armerías son como las páginas de una crónica heroica de cada familia, (como hoy en día una página web-blog). Mostrando las virtudes de sus individuos, los hechos guerreros en que participaron. Las vicisitudes por las que atravesaron “que como recuerdo y lección permanente de lo que hicieron sus antepasados, y quizá también por un legítimo orgullo. Quisieron darlo a conocer, y así hubo una nueva razón para convertir los escudos de armas en hereditarios”.
Casi todos los linajes italianos y españoles tienen, como veremos, su escudo de armas, y el origen de los mismo, salvo casos muy concretos, se pierde en la memoria de los siglos. Por lo general, casi todos nacen en aquellas Cruzadas que se iniciaron en Europa. Las primeras armerías de que se tiene noticia documentada aparecen talladas en piedra Runa en Escandinavia, durante el Románico o principios del gótico; fuera de esas piedras balconajes, torreones, arcadas y sepulcros pocos ejemplos existen con otro tipo material de documentación anterior a los reinados en Europa; con el descubrimiento, conquista y colonización de América surge la necesidad de premiar tan importante servicios, y es el momento en que los monarcas europeos ordenan ya explícitamente a los reyes de armas la confección de los escudos para los diversos linajes a los que se otorga como recompensa, dejando constancia escrita de la concesión. Esto no quiere decir que todos los apellidos italianos y españoles tomaron parte de las hazañas americanas, y en ellas naciera su armería, que fueron plasmándose documentalmente en su talla de piedra, sirviendo ésta de base a las certificaciones armerías que, a partir de los mencionados reinados europeos Comienzan a expedirse a petición de los interesados. Dichas certificaciones y descripciones creadas para un determinado individuo a perpetuar en su linaje, o el origen de los apellidos.
Las nuevas conquistas nos lleva a nuevas tecnologías la familiasotoossa.com como hidalgos en la informática iremos plasmando nuestra presente vida y el pasado en lo que me atrevería a llamar heráldica-web-blog a la perpetuidad. Será nuestra nueva arma en esta cruzada de la comunicación y navegar en el ciberespacio que brinda la cibernética “internet” entrar en el universo de la infografía, fotologs, autobiográficos y refinadas bitácoras darán fe de nuestra estirpe herencia de un pasado.
El verdadero origen de la heráldica está en las cruzadas, en las que los caballeros lucían en su indumentaria y escudos protectores un medio de identificación y de individualización, que se perfecciona y cobra arraigo posteriormente en las justas y torneos. Cuando estos ejercicios decaen, es el momento en que los escudos se convierten en emblemas de la Nobleza. En aquellas justas y torneos, cuando el caballero noble se presentaba en las barreras de la carrera, se tocaba dos veces el cuerno o trompeta, para que el Heraldo o Rey de armas examinase el escudo y demás patentes de nobleza del caballero en cuestión; por eso se ha dado en llamar Ciencia del Blasón al arte de los escudos, derivando de la voz germánica blacen, que significa tocar el cuerno o trompeta.
Los Heraldistas, con ciertas piezas, figuras y colores, mostraban de modo sintético las virtudes y hazañas de unos caballeros, o las interpretaban en los escudos de otros. Los emblemas propios de la Heráldica familiar, que es la que aquí nos ocupa, fueron adoptados, generalmente, por los nobles de un modo arbitrario, al principio; pero siendo hereditarios, sintió pronto la necesidad de regularizar su uso.
Con el conjunto de tantos y tan variados elementos, las armerías son como las páginas de una crónica heroica de cada familia, (como hoy en día una página web-blog). Mostrando las virtudes de sus individuos, los hechos guerreros en que participaron. Las vicisitudes por las que atravesaron “que como recuerdo y lección permanente de lo que hicieron sus antepasados, y quizá también por un legítimo orgullo. Quisieron darlo a conocer, y así hubo una nueva razón para convertir los escudos de armas en hereditarios”.
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Runa: Cada uno de los caracteres que empleaban en la escritura los antiguos escandinavos.
Querida familia si quieren más información sobre el tema tratado recomiendo la web Heraldaria.com